5.11.07

La escena valiente

(A la memoria de Claudio Soto Aguirre)

Hay quienes nacen para protagonistas y quienes nacen para espectadores. Pero hay espectadores que disfrutan de la propuesta y otros que solo apuntan a criticar, imposibilitados de aprender a disfrutar. Hay protagonistas que prefieren vestirse de estrellas y otros que prefieren seguir su estrella trabajando todos los días. Hay actores de la vida que esperan el guión y otros que prefieren escribirlo y se lanzan. Aprenden a cada paso, cometen errores, disfrutan aciertos, reciben, escuchan, padecen criticas, pero siguen su camino.
Claudio Soto Aguirre era un protagonista. Decidió por donde caminaría su estrella, que luces recibiría para brillar y trabajo incansablemente contra la hipocresía general por conocer su destino. Porque al final de cuentas esta bueno que el actor reciba el aplauso después de una perfomance y no antes, por el solo peso de su nombre.
Hoy Claudio, ante el apagón final, yo te aplaudo. Se que somos muchos. Porque la escena de tu obra lo merece. Estudiaste una rama del arte y perseveraste en ella, aunque seguramente algunos te habrán dicho que eso no te daría de comer. Enseñaste el oficio, aún muy joven, porque tu pasión se desbordaba por compartirla.
Aún sin espacios para poner una obra, ensayar y compartir, buscaste el modo posible. Luchaste por cumplir tu vocación. Cuando todo el mundo te decía que aún eras joven para dirigir, te animaste, lo hiciste, lo lograste, conseguiste éxitos. Pudiste. Pudiste. Sin apoyos, como les pasa a todos los que intentan heroicamente trabajar por las artes en Catamarca.
Seguramente hubo equívocos, pero ignorante es el que no quiere saber y fracasado es el que no lo intenta. Vos lo intentaste, vos querías saber. Aplauso de pie entonces.
Viviste tus decisiones con valentía y la pasión te arrebató la vida.
El apagón final, ese momento de oscuridad en que todo se escucha, se siente, se percibe, todo se espera con miedo y gozo a la vez, cuando el personaje lentamente se retira para que el actor disfrute de otro momento sublime de su vocación, ese apagón final comienza a vibrar en el aplauso, los gritos, la ovación, entonces... respirá, suspirá tranquilo Claudito, tu escena fue valiente, lograda, querida y tu personaje, tu escena, tu protagónico, tu vida sigue en pie.

Sergio de la Colina