7.9.06



Eso que se ve, es solo álguien dormido en cualquier fogón. Soñando tiempos pasados por otros, quizás encontrando en los huesos la gélida caricia del olvido.

Eso que ven, es solo otro álguien, durmiendo su siesta inoportuna, al abrigo del fuego de leñas poco duraderas, abrigado por temor al último despertar.

Eso que ven es solo otro hombre, de tanto por ahí, entre cerros y quebrantos.

14 -
No ví,
no sé,
no llegué.
Supina ignorancia.
Ni siquiera soy yo,
sólo un caótico
aburrimiento,
cargado de rutinas
ignorantes.
Ignoraba la razón
de tanto desconocido
cerca y conviviendo.
Ignorante,
no era yo,
el que leía
lo trágico
de la nadería.
Miraba
la ignorancia
palabrerear divertida
mi última aceptación
13-
Morocha mira soltero,
de una mesa a otra.
Soltero busca paz
de amanecer logrado.
Morocha quiere guerra
de noche perdida.
Morocha y soltero
cruzan cortados
al reves,
casi lagrima,
mozo de arbitro.
Llega novio
y asusta.
Soltero enfría.
Morocha olvida.
Campana de Catedral
condena.
Soltero sigue solo,
morocha siempre ardida,
voyeur satisfecho.
12-
Abrió la jeta
y masculló la tinta
del diario sabatino.
No expresó,
no había noticia,
no hubo primicia,
sino el girar
del absurdo
sobre la mula
del circo con gorda
ecuyere montada.
Así se sabe
que otro día
amontonó historia
sobre el triste rincón
que dejaron dos
paredes mal trazadas.
La tinta en mis manos
no es negra.
Es hueco de olvido
en la piel.
11-
El tic
urbano, marginal,
es decir
al oeste del infierno,
padece rupturas
del encanto
como letreros de luces
con foquitos quemados,
uno aqui, otro alla,
desarmando el aviso,
diciendo mensajes
extraviados.
El tic del asfalto
es la ruta del perro,
buscando su cola
y su parásito,
o alguien dragando
un café en el bar,
rescatando cadaveres
para el museo
del tic ciudadano.
10-
Que deliciosa!
Aunque solo sea
nervadura del renglón.
Que nutriente!
Por mas que la tinta
agrie la imágen.
Que concepto!
Si tan solo
supiera lo decadente
espejar su cara.
Que profundo!
aún si se ahogan
agorafobicos y demás.
Que pesimistas!
es la belleza
cada vez que pierde
su primera intención
y quiebra
su camino.
Que perdido!
9-
Y que diga No!
el burro del peaje,
que rebuzne
en beneficios
solo rayar papel.
Y que mienta
cualquier intento
de máscara sublime,
de colores parecidos
nunca ideales.
Y que clame
siempre
el más callado
de los orates
controlados.
Y que cruci
el grama
los inanes, futiles
hijos de Acam,
la respuesta
al reves
del maepo.
8-
Musa
abrigada en intemperie,
ausente del Olimpo,
descastada meretriz
de la herencia fauna,
no gimas aún.
El placer gastado
de dioses glotones
despelleja cuatro veces
mi latido disonante.
Por eso te monto
en centella distante
ya muerta.
Mientras muero
hacia el después
de este dolor
que no guardo.
Cópula virtual
de lluvia en arido.
Falta solo que diga
¡Mas!
7-
Sobran consideraciones
para lastimosas razones.
Falta tintero
en el hueco de los ojos.
No llega a ser
el intento de poesía,
lo que el gato
maulla desesperado.
Entre tanta historia
ninguna letra
muerde inspiración
y muere gravida
de gas inicuo.
Tan indecente
miras de lejos
que cae antes
de llagar
el ánsia.
Tan indecente
dices lo mudo
que aún escribo.

6.9.06

6-
Amaba limones
en gustarte
de ojos cerrados.
Mieles que perforan
bastiones de orgullo,
abusan la papila
insuficiente,
sin contener,
sin glutir tu vez.
Paradoja
del nutrir y el dolor
del asceta y glotón,
de amar en flecha
al vacio,
asi muerdo
desdentado, un fluir
agridulce y rancio.
Cuanto brota,
cuanto vomita,
cuanto vuelve
lo que no llega.
5-
Nutre aroma
picadura de jazmín
huertos puros
regados en anís,
quise en cuerpo
nublar en colores
tu calma cercanía.
Solo huelo
que llegas
cuando el sereno
recuesta
el vacío nocturno.
Se que vas
en el dolor
del campo seco,
que no siente,
ni percibe,
ni quiere
flores aspiradas
hasta morir.
4-
Deambulan las arenas
en dedos torrentes.
Derrumban conquistas
los pasajeros
del ánsia.
Calida fugacidad
de huella
no me llevas,
ni descubre,
ni colonizas
un presente.
Quise tocar
el mismo viento igual
una sola vez
y ya fue núnca.
Quise y perdí
las palmas vacias.
Tu breve relato
no me dejó
ni lo tenue,
ni lo suave.
3-
Boqueadas,
pendientes de luna.
Aspires sin aire,
sin pausa, sin ganas,
en desborde.
Será que sobran
silencios.
Suficiente alimento
para ahogo
de tibia y poca
mente en desacuerdo.
Vale que busque
exhales ocultos,
a desesperado modo
de aliento infinito,
a inútil intento
de captura prometeica.
Aire en desaire
que no tengo y se va
y vuelve
sin quedarme.