5.7.07

Daniel Vaho 18

¿Quén dijo que solo los niños
arrodillan su orgullo?
He visto el futuro
y el pasado
intentar la conquista
de la mano extendida,
la ternura impostergable,
el reconocimiento prometido.
la vida en ciernes,
la arruga del tiempo
apenas valen centavos.
Pasó entre las mesas
quizá fuera
un futuro presidente,
quizás lo haya sido ya.
Tan corriente y fugaz
como la moneda nacional,
circula y mendiga
cualquier ciudadano.
Esta foto nacional
es un tango infinito.

Daniel Vaho 17

El corte transversal
de los cielos cotidianos
superpone hábitos y gentes
sin nobles antecedentes.
Los rostros sin pulso,
los ojos idos, temerosos,
el encuentro postergado
es solo un café.
Es solo estar
mordiendo el tiempo,
la urbana mueca
de los apurados
es sintetizar el mundo
en la mesa.
Asi, este mundo,
pierde el horizonte,
el infinito,
las promesas del regreso
y el descubrimiento.
El café es el mismo de siempre.

2.7.07

16 de Daniel Vaho

Una mujer pasa
por mi cuerpo.
Pasa como viento
caliente del norte.
Pasa
sabiéndose eterna
en el gesto simple
del que pasa.
Una mujer modifica
los contornos
de mi memoria,
pasando simplemente
como arena
entre los dedos
sometidos al viento.
Una mujer
como viento
de arena
desliza el tiempo,
en el aire caliente
de su aliento.

de Daniel Vaho

Son desplazamientos
de la angustia.
hablo del frio
en las calles cegadas
tras del cemento.
Es inoperante saber
de la esperanza,
si solo se inunda
de hastios y de nauseas,
la calle poblada
de pura fachada.
Algo falla
y no soy yo.
Este solipsismo
es eterno presente
y el vacio sigue.
Estas horas
de encierro en isla,
esta agora fobia,
esta decadencia,
es pegote de humedad
rioplatense.