2.7.07

16 de Daniel Vaho

Una mujer pasa
por mi cuerpo.
Pasa como viento
caliente del norte.
Pasa
sabiéndose eterna
en el gesto simple
del que pasa.
Una mujer modifica
los contornos
de mi memoria,
pasando simplemente
como arena
entre los dedos
sometidos al viento.
Una mujer
como viento
de arena
desliza el tiempo,
en el aire caliente
de su aliento.

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