12.12.07

2 – Volando

Tanto aire no te deja respirar. Sentís que te morís. Yo buscaba refrescarme un poco te juro. Todo lo que me dejaba en un rincón oscuro, todo lo que me empujaba a sentirme sola, todo lo que me ahogaba, todo era un grito desesperado por salir, por encontrar una ventana y respirar.
Aunque ese día tenía futuro. Sentía que no podía haber obstáculos tan fuertes que me limitaran. Algo había cambiado. Como pocas veces supe que música quería escuchar. El departamento y mi desafinada voz se llenaron de sonidos liberadores. Encontré la armonía precisa en que los muebles dispusieran mi confort. Ni ropas, ni sabanas, cortinas o servilletas mostraban vestigio de abandono, ahora brillaban ya listas para recibir nuevos despojos del tiempo..
Cuando ya todo estuvo en orden, me sentí felizmente cansado y miré mi querido nido de 9° piso “D”, con serena placidez. La misma placidez del día que atraía desde el balcón.
Miré desde la altura, el sembrado de casas bajas, de techos olvidados y patios secretos invadidos por mi curiosidad. Vi las calles morir a lo lejos contra el cerro. Debatía como haría la ciudad para crecer más allá de ese obstáculo de piedra y arbusto.
Abajo, autos y camionetas esperaban, en el estacionamiento, a sus dueños y cargas la huída del sábado. Esas camionetas sí podían huir a cualquier lado. Es mejor cuando vas en la caja y sentís el aire, aunque te digan que es peligroso.
Es mejor sentir el aire.
Ya lo sentía. Lo sentía en mi. Me apretaba el cuerpo, extendía mis brazos, dibujaba mis peinados y me hacía callar. El departamento en orden y mis problemas resueltos. Todo el futuro estaba en vuelo, en mi vuelo.
Nada me detuvo. Mi voluntad poderosa, nueva y sin límite me empujaron y cedí con una sonrisa ingenua.
El aire te corta, te duele, te deja sin respiración. Así él ya no me querrá más. Si me ve magullada, con el pelo desordenado, el cuerpo abierto y mis brazos como alas rotas. Ni siquiera le di tiempo de probar, quizás lo hubiéramos logrado, quizás tenia soluciones o palabras curativas. Que dirán mis amigas si falto esta noche a la fiesta, pensarán que ya no las quiero. A mis padres les dolerá en el cuerpo creer que hicieron algo mal.
Pero ya está. Soy una carga en la camioneta y espero que arranque, porque todo duele, mas que en el alma como era antes. Tanto aire y tanto vuelo descontrolado, tanta voluntad sin límite se pierde con mi sangre en esta caja sin destino.

1 comentario:

PerroDinamita: dijo...

Terrible caso ese...
lo recuerdo...
cual era tu relacion con esa muchacha?

un abrazo salamanquerooo!!!